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ENTREVISTA Marco Matías Alemán: Un colombiano destacado en la OMPI

Imagen contiene fotografía de Marco Matías Alemán
Elaborado por: Giancarlo  Marcenaro/ Marcela Góngora

Marco Matías Alemán es, sin duda, el colombiano más importante en el campo de la Propiedad Intelectual en toda la historia. Actualmente, y después de haber disputado la elección para director general del organismo, llegando a la votación final entre 6 candidatos, es uno de los cuatro subdirectores Generales de la OMPI, teniendo a su cargo, por mandato del director general, el Sector de PI y Ecosistema de Innovación, a nivel mundial. 

Para el Boletín Ruta PI es un privilegio contar con su participación en este espacio a fin de compartir con nuestros lectores sus apreciaciones sobre los temas que marcarán la agenda del tema de la propiedad intelectual en los próximos años. 

Boletín Ruta PI- Doctor Marco Matías, muchas gracias por concedernos esta entrevista. Lo primero que quisiéramos saber es como inicia su relación con la propiedad intelectual. ¿Fue en la universidad? O, como sucede en muchos casos, fue la práctica profesional la que lo acercó al tema. 

Marco Alemán- Muchas gracias por las amables palabras de introducción, me siento profundamente agradecido como el reconocimiento que se me hace en Colombia por mi carrera en la PI. 

Mis primeros acercamientos con la propiedad intelectual se dieron por mi participación en un seminario optativo en el marco de mis estudios de derecho en la facultad javeriana, el cual estuvo a cargo del Dr. Dario Laguado. Uno de los materiales de estudio era un libro muy corto, escrito por otro abogado Javeriano, el Dr. Manuel Pachón Muñoz. 

Pachón fue sin duda una autoridad en el tema –no solo en Colombia sino en la región-- y tenía a su cargo la catedra de propiedad intelectual en la especialización de derecho comercial de la facultad de derecho de la Universidad Javeriana. 

Ese interés inicial en el tema se afianzó con una práctica en una oficina de abogados javerianos, quienes me permitieron trabajar durante los últimos años de mis estudios de abogacía. Eran temas muy de procedimiento, en particular relativos a la solicitud y trámite de distintos asuntos de propiedad intelectual, pero fue un buen aprendizaje. 

De ahí en adelante mi práctica profesional ha sido siempre en este campo, tan interesante y al mismo tiempo desconocido del derecho, un poco a caballo entre lo mercantil y lo administrativo.  

He tenido la suerte de ver la PI desde diferentes ángulos, en la práctica privada –en una empresa consultora--, desde la función pública –la SIC--, como investigador –en el Max Planck Institute en Múnich—y como funcionario internacional –en la OMPI en Ginebra--. 

Boletín Ruta PI- ¿Qué aprendizajes adquiridos destaca usted como los más importantes, y los que más han influido en su exitosa trayectoria profesional en su paso por la Superintendencia de Industria y Comercio? 

Para llegar a la SIC, creo que algo que me sirvió de manera muy importante, fue la publicación en 1992 de un libro en materia de marcas, el cual fue recogido por la doctrina regional andina y los tribunales –tanto el Consejo de Estado con el Tribunal Andino de Justicia—de manera positiva; era objeto frecuente de citas y comentarios, dándome el reconocimiento que permitió asumir el reto de la Delegatura de Propiedad Industrial, con el prestigio necesario para estos cargos de responsabilidad. 

Estando en la SIC debí participar en muchos foros regionales y naciones como conferencista y descubrí que tenía facilidad de expresión, lo que permitía expresar conceptos complejos con ideas claras. Atribuyo este talento a mis años de infancia en Corozal (Sucre). Por tratarse de un ambiente de pueblo, con una presencia rural marcada, la tradición oral y la práctica de narrar cuentos entre amigos y en familia, facilitaron ese constante ejercicio de expresión. Creo que, sin darme cuenta, se trataba de talleres de expresión oral que se impartían en las calles y en los que la crítica infalible de tus pares, te obligaba a mejorar. 

La SIC me permitió experimentar la satisfacción que deja el servicio público --cuando se ejerce con vocación, el saber que por la vía de distintas acciones se podía ayudar a universidades, empresas, inventores, y muchos otros a usar el sistema de PI y que por la vía de un ejercicio riguroso de las funciones, los ciudadanos podían confiar en que las decisiones se tomaban en derecho, sin espacio para las influencias o intereses personales. 

De otra parte, pude interactuar con funcionarios de gran experiencia y conocimiento en la materia, desde abogados talentosos, funcionarios administrativos comprometidos e ingenieros con excelentes perfiles profesionales. El equipo de la SIC ha sido desde hace ya muchos años un ejemplo de excelencia profesional. 

Boletín Ruta PI- ¿Qué fue lo más difícil de dejar el país para asumir sus obligaciones en la OMPI? 

Marco Alemán-Ser expatriado es más difícil de lo que uno se puede imaginar. En efecto todo hace falta, la familia, los amigos, la cultura, el paisaje. Al mismo tiempo, había un sentido en ese proyecto de venir a trabajar a la OMPI, ya que permitía combinar los elementos jurídicos y técnicos de la PI -tema que me interesa mucho—con la diplomacia y la política internacional, áreas que sin duda ofrecen innumerables oportunidades de crecimiento y aprendizaje. 

He sentido desde siempre un interés por la cosa pública, en particular una gran sensibilidad por las causas cívicas y lo que cada uno de nosotros—como simples ciudadanos podemos hacer para construir un mejor país--.  Me anime a participar en política cuando estudiaba derecho y recuerdo mis trabajos en el concejo de Corozal, una experiencia humana de gran valor. Al mismo tiempo pude ver los límites de transformación que se tienen desde esos espacios y decidí concentrar mis esfuerzos en el trabajo técnico. 

Boletín Ruta PI-Habiéndose radicado hace tanto tiempo por fuera del país, ¿Cómo es su relación con Colombia? ¿Viene con frecuencia? ¿Sigue sus noticias?  

Marco Alemán- Siempre tuve claro que no nos estábamos yendo del país, simplemente viviríamos fuera y eso es una gran diferencia. Mantuve lazos muy estrechos con la familia –hemos venido sin interrupción al menos una vez por año --, con mis colegas –mantengo una comunicación fluida y participo en muchas de las actividades profesionales a las que me invitan—y con el país –por ejemplo, mantengo mis clases en varias universidades de Colombia--. 

Sigo las noticias del país diariamente, radio y prensa son mi fuente de información y una conversación constante con amigos y familiares, quienes me permiten ver con sus ojos de optimismo o de frustración la realidad nacional. 

Boletín Ruta PI- Cuando termine su vida laboral en la OMPI, y el día esté lejano, ¿Piensa volver a radicarse en el país? 

Marco Alemán- Luego de vivir en Suiza por casi 25 años hay importantes lazos con este país y con su gente. Así que llegado el momento no quisiera desprenderme nuevamente --como hace 25 anos cuando me traslade a Ginebra—y por ello tengo la ilusión de mantener un contacto con Suiza. De otra parte, radicarme en Colombia luego de esta etapa en la OMPI lo veo como la opción natural y creo disfrutaría mucho reincorpórame nuevamente a ese ecosistema que es el mundo de la PI en Colombia. 

El gran reto de volver pero sin pretender recuperar el espacio que otros válidamente tomaron, y por el contrario, hacerlo con el espíritu de apoyar a otros a realizar sus proyectos, por ejemplo, la academia y la consultoría ofrecen esas oportunidades. 

Boletín Ruta PI- ¿Considera que Colombia a través de la SIC ha logrado posicionarse mundialmente en la protección de los bienes intangibles? 

Marco Alemán- Colombia ha cambiado mucho en los últimos 30 años en materia de propiedad intelectual. Por ejemplo, en lo relativo al marco institucional tenemos entidades estables, visibles y solidas. El marco normativo se ha ido modernizando de manera significativa y cada vez se alinea más con las políticas públicas. 

Los empresarios de hoy protegen la PI de manera más activa. Un grupo importante de Universidades cuentan con políticas de PI y algunas son los principales solicitantes de patentes en el país; los inventores y creadores tienen una idea bastante correcta de las oportunidades que ofrece la PI. Sin embargo, las cifras muestran los retos que afronta el país para avanzar de manera más decidida: 

  1. En materia de innovación, el GII nos ubica en el puesto 5 entre los países del LAC, pero en el 15 de las 33 economías de ingreso medio. Entre los indicadores positivos esta la oferta de entrenamiento por las empresas, importaciones de equipos de alta tecnología y valor de varios unicornios nacionales –como RAPPI-- y entre los negativos el número de profesores por alumnos en secundaria, número de investigadores en el sector privado y los valores de inversión en I&D por parte de empresas. Se ve un sistema de innovación que no es muy balanceado. 
  2. De otra parte, las solicitudes de marcas en el 2022 presentan un incremento significativo, en un 20% en el exterior y de 49% en el país por parte de residentes en Colombia. Sin duda esto muestra un mercado saludable, mientras en el mundo las solicitudes de marcas se redujeron en casi un 15% en el 2022 --en atención a una corrección frente al gran incremento durante la pandemia--. 

El gran reto es como hacer para sacar un mayor provecho del sistema de PI, y para ello, una de las principales cosas que se debe hacer es ver el sistema bajo el prisma adecuado. A mi modo de ver, los derechos de PI están para dar ventajas competitivas a las empresas y en este sentido, equipar a las empresas colombianas de estas ventajas es un requisito para su éxito internacional. Ejemplos recientes como el de Corea del Sur y el posicionamiento de varios de sus empresas en materia de tecnologías de comunicación e informática o el automotor, son un ejemplo para considerar. 

De otra parte, cada una de las categorías de IP cumple un papel diferente de política pública. Si tomamos el ejemplo de las patentes, su principal papel es estimular la innovación y la transferencia de tecnología. En ambos casos, se trata de elementos esenciales de una política de innovación. La política de innovación nacional debe abordar todos los sectores de interés, por ejemplo, de fomento industrial, de apoyo a la agricultura, de estímulo a la inversión extranjera, etc. No debe intentarse resolver por la PI, tensiones que le son propias a otros sistemas, en los que las soluciones deben en primer lugar venir de ellos mismo, un ejemplo es el sector salud. 

De esta manera, el posicionamiento más importante de la SIC debe ser en lo nacional, a los efectos de poder contribuir en los temas descritos anteriormente y otros que escapan a esta conversación. En lo internacional, hay una agenda de PI de gran importancia para el país. Una presencia constante -de la SIC y otras entidades técnicas-- y coordinada –por ejemplo con el Min Com Ext y Min Rel Ext-- es esencial para lograr participar de manera efectiva. 

Boletín Ruta PI- ¿En este momento la OMPI tiene algún proyecto en desarrollo o a futuro con la SIC? 

Marco Alemán- Tenemos varios proyectos y programas, entre otros, vale la pena resaltar los siguientes: (i) un programa de apoyo a inventores sin recursos que funciona bastante bien. En efecto 86 inventores se han beneficiado del IAP, incluyendo 18 PYMES y 28 patentes han sido efectivamente otorgadas –muy seguramente todas hubieran sido rechazadas sin la asistencia especializada de los abogados/agentes pro-bono-- y (ii) una red de centros de información tecnológicos (CATIS) a lo largo del país (10 regionales, 19 en Universidades, 2 en centros de investigacion y desarrollo y 2 en Cámaras de Comercio). En el 2022, organizaron 444 actividades de capacitación de las que se beneficiaron alrededor de 12000 personas y en el mismo año, gracias a la gestión de estos CATIS, se radicaron 3249 solicitudes de diferentes derechos de PI. 

De otra parte, hemos conversado sobre prioridades del gobierno actual en áreas de impacto social, por ejemplo, un estudio sobre el uso de los activos intangibles para generar acceso al crédito por parte de la PYMES y trabajos que permitan a investigadores y empresarios beneficiarse de las patentes que están en el dominio público, las que pueden ser utilizadas sin que se requiera pago alguno de regalías o como punto de partida de nuevas investigaciones. 

Boletín Ruta PI- ¿Qué temas cree usted que marcarán la agenda de la OMPI en los próximos años? 

Marco Alemán- Desde el punto de vista normativo, yo creo que sin dudad marcaran la agenda los trabajos de las conferencias diplomáticas en materia de Diseños y de Recursos Genéticos. 

Desde el punto de vista de servicios, los retos de los sistemas internacionales como el PCT, Madrid y la Haya para responder a las expectativas de los usuarios serán parte de la agenda. En materia de Arbitraje y mediación en PI, la complejidad creciente de los casos y el aumento en el número de estos requiere de parte del Centro de Arbitraje y mediación, progresos en IT que permitan mantener la calidad y absorber el crecimiento. 

Como centro de pensamiento, los trabajos que lleva adelante por la vía de estudios y reportes, como el índice Global de innovación (GII), los reportes de avance tecnológico y los estudios en temas puntuales (transferencia de tecnología, innovación en temas puntuales por ejemplo una publicación reciente sobre la innovación en la minera, etc.), son herramientas de gran valor en manos de los diseñadores de políticas y lideres empresariales. 

¿Se puede esperar en el corto plazo algún pronunciamiento o posición de la OMPI sobre el tema de la Inteligencia Artificial y su relación con la Propiedad Intelectual? 

Desde el inicio de la primera revolución industrial, una serie de avances tecnológicos han cambiado drásticamente la faz de las sociedades y las economías. La inteligencia artificial (IA) es el último avance de este tipo. 

La IA puede verse simplemente como una herramienta que mejora las capacidades humanas, similar a las herramientas que han surgido en el pasado, la imprenta permitió la difusión generalizada del conocimiento humano, el microscopio permitió a los científicos estudiar la estructura de objetos diminutos, como las células y los microbios. Sin embargo, la IA también puede considerarse fundamentalmente nueva y diferente en comparación con tecnologías pasadas en el sentido de que podría hacer menos relevante el ingenio humano --que hasta ahora ha estado en la raíz de todo esfuerzo innovador y creativo--. 

Los formuladores de políticas, buscan equilibrar los incentivos a los innovadores de una parte, con el acceso de futuros innovadores y la sociedad en su conjunto. Estos equilibrios se han ajustado con frecuencia y no son iguales en todos los ecosistemas de innovación. La protección de los derechos de propiedad intelectual (PI) está en el centro de la estructura de incentivos que subyace a las actividades innovadoras y creativas. 

Sin embargo, y a pesar del papel clave de la PI –como elemento de estímulo a la IA por la vía de la protección y por el impacto de la IA al sistema de PI, ya que la misma le plantea retos enormes al sistema actual--, no creo que se dé un pronunciamiento en el corto plazo, ya que los trabajos actuales, por medio de diálogos, favorecen la discusión y el entendimiento de algunos temas complejos, pero la toma de decisiones en lo internacional requiere procesos lentos antes de lograr los consensos necesarios para recomendar o regular. 

Boletín Ruta PI- Por último, ¿quisiera usted enviarle un mensaje a los innovadores colombianos que siempre están pendientes de sus mensajes? 

Marco Alemán-El primer mensaje es para los educadores, ya que se requiere estimular la curiosidad desde la edad temprana, este es el mayor motor de la innovación. Pero luego se requiere educar al ciudadano, para que valore el papel de los inventores y autores como actores importantes de nuestra sociedad. 

Un segundo mensaje es para los diseñadores de políticas, ya que en la innovación publica se requieren mayores esfuerzos en los recursos que se destinan a ciencia y tecnología y en la innovación privada se requiere incentivos apropiados para que los empresarios corran el riesgo de innovar. 

El ultimo a los empresarios. Si tomamos las 2500 empresas de S&P Global, el 90% del valor de mercado de las mismas corresponde a activos intangibles. Los tangibles representan el 10% solamente. De otra parte, en promedio un tercio de los productos que se venden –por ejemplo, un teléfono inteligente—vienen de la contribución de la PI. Es decir, se requieren esfuerzos para construir activos intangibles –tecnología, conocimiento, marcas, diseños y otros--, por lo menos tan importantes como los que se dedican a la construcción de plantas, equipos, instalaciones, etc. 

FORMACIÓN Y TRAYECTORIA 

Su larga y meritoria formación académica incluye, entre otras, su grado como abogado en la Universidad Javeriana, la especialización en Derecho de Sociedades de la misma universidad, un grado de Estudios Avanzados en Investigación en la Universidad de Alcalá de Henares, lo mismo que un Doctorado (Cum Laude) en Derecho allí mismo. 

En cuanto a su carrera profesional, fue abogado en firmas y empresas privadas al inicio de su carrera, hasta que en 1996 llegó a la Superintendencia de Industria y Comercio como Superintendente Delegado para la Propiedad Industrial. En 1998 se retiró para ser Investigador Visitante en el afamado centro de investigación Max Planck, para luego ingresar a la OMPI, organización en la que ha desempeñado diferentes cargos en distintas áreas, siendo los más relevantes el de Director de Patentes y, obviamente, el actual de Subdirector General.