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La inteligencia artificial y la propiedad intelectual

Ruta PI: Editorial PI. Imagen contiene titular de la sección y imagen de una IA
Por: Giancarlo Marcenaro

Pocos temas son tan mencionados en la actualidad como la inteligencia artificial. Se han escrito miles de artículos en todo el mundo sobre el asunto, algunos admirándola, otros expresando preocupación, los demás reflexionando sobre cómo se le puede sacar partido, etc. 

Pero ¿qué opina la inteligencia artificial sobre sí misma? Y, en particular, ¿qué opinión tiene sobre su relación con la propiedad intelectual? 

Pues bien, nos dimos a la tarea de indagar que “piensa” el chat GPT (versión gratuita) sobre el tema, para lo cual, le requerí, “Necesito un artículo sobre inteligencia artificial y propiedad intelectual de aproximadamente mil palabras”. A los pocos segundos de enviar mi solicitud, recibí la siguiente respuesta (copio y pego, sin ninguna edición), 

“ Inteligencia Artificial y Propiedad Intelectual: Desafíos y Oportunidades 

Introducción 

La inteligencia artificial (IA) ha revolucionado numerosos sectores y ha demostrado un potencial sin precedentes para transformar la forma en que vivimos y trabajamos. Sin embargo, a medida que la IA se vuelve más sofisticada y capaz de realizar tareas que antes eran exclusivas de los seres humanos, surgen importantes interrogantes en torno a la propiedad intelectual (PI) y los derechos de autor. En este artículo, exploraremos los desafíos y oportunidades que la IA plantea para la PI, y cómo las leyes y regulaciones actuales pueden necesitar adaptarse para proteger los derechos de los creadores y fomentar la innovación. 

Desafíos de la IA para la Propiedad Intelectual 

Uno de los principales desafíos que la IA presenta para la PI es la cuestión de la autoría. A medida que la IA se vuelve más sofisticada, es capaz de generar contenido original, como música, arte y escritura. Esto plantea la pregunta de quién es el verdadero autor de estos trabajos: ¿el creador humano que desarrolló el algoritmo de IA o la propia IA? Además, ¿se debería permitir que la IA sea reconocida como autora y titular de derechos de autor? 

Otro desafío importante es la cuestión de la originalidad. La IA tiene la capacidad de analizar grandes cantidades de datos y generar contenido nuevo basado en estos datos. Sin embargo, ¿puede considerarse que el contenido generado por la IA es verdaderamente original? ¿O simplemente está replicando y combinando información existente? Estas preguntas plantean desafíos para determinar si el contenido generado por la IA debe recibir protección de derechos de autor. 

Además, la IA también plantea desafíos en términos de infracción de derechos de autor. A medida que la IA se vuelve más avanzada, es posible que pueda copiar y reproducir contenido protegido por derechos de autor sin el consentimiento del titular de los derechos. Esto plantea interrogantes sobre cómo se pueden aplicar las leyes de derechos de autor existentes a la IA y cómo se pueden evitar y sancionar las infracciones. 

Oportunidades para la Protección de la Propiedad Intelectual 

A pesar de los desafíos, la IA también ofrece oportunidades para fortalecer la protección de la PI. Por ejemplo, la IA puede utilizarse para ayudar a identificar y rastrear infracciones de derechos de autor en línea. Algoritmos de IA pueden analizar grandes volúmenes de contenido en busca de similitudes y coincidencias con obras protegidas por derechos de autor, lo que facilita la identificación de infracciones y la protección de los derechos de los creadores. 

Además, la IA también puede ayudar a mejorar los sistemas de gestión de derechos de autor. Los algoritmos de IA pueden analizar y categorizar grandes bases de datos de obras protegidas por derechos de autor, lo que facilita la gestión y el seguimiento de los derechos de los creadores. Esto puede ayudar a los creadores a obtener una compensación justa por el uso de sus obras y garantizar un mejor cumplimiento de los derechos de autor. 

Asimismo, la IA puede ser utilizada para ayudar a los creadores a generar nuevas ideas y contenido. Los algoritmos de IA pueden analizar grandes cantidades de información y proporcionar sugerencias y recomendaciones para inspirar a los creadores. Esto puede ser especialmente ú” 

Varias cosas nos llamaron la atención de este ejercicio. En primer lugar, el hecho de que el artículo remitido termine en punta, es decir, no finalice, seguramente condicionado por nuestros requerimientos de que fuera de tan solo 1000 palabras. Tal vez, éste sea el único elemento que lo hace parecer “robótico”, porque, por lo demás, es un artículo claro, coherente, bien hilado, sin errores ni de sintaxis ni ortográficos. Nadie sabría diferenciar si se trata de un artículo escrito por un humano o creado por una máquina. Es decir, lo hubiera podido publicar sin la advertencia de que fue escrito por la Inteligencia Artificial y podría pasar, perfectamente, como un texto original. 

De otra parte, ya en cuanto al contenido, todas las apreciaciones son sensatas, pertinentes y recogen, como no podría ser de otra forma, pues así funcionan los algoritmos, los principales desafíos y oportunidades que plantea la irrupción de la Inteligencia Artificial en el campo de la Propiedad Intelectual y que han sido identificados por tratadistas expertos en esta área. 

Asuntos tales como la titularidad de los derechos de las obras que “elabore” la Inteligencia Artificial, la eventual infracción de derechos de terceros al valerse la Inteligencia Artificial, para “crear” su contenido, de obras de terceros legalmente protegidas, la originalidad o no de sus contenidos, son, sin duda, aspectos que ocuparán la atención de doctrinantes y jueces en los próximos tiempos. 

Así mismo, las utilidades de la Inteligencia Artificial, mencionados en el artículo, como herramienta para combatir la piratería, y para mejorar la gestión de los derechos de propiedad intelectual, lo mismo que su capacidad para respaldar e incentivar la actividad creadora de los seres humanos, serán objeto de nuevos desarrollos. Ni que decir, y esto ya es de nuestra cosecha, de lo que se viene en materia de optimización de procedimientos administrativos y judiciales que facilitarán la actividad de autoridades y funcionarios que trabajen desde el lado de la administración pública. 

En fin, en medio de la incertidumbre y el temor que para algunos genera la presencia de la Inteligencia artificial, lo único cierto es que ella está aquí, ganando terreno, nutriéndose de la inteligencia natural, y que nuestro desafío, frente a su presencia, es buscar que, sin renunciar a nuestra capacidad de pensar, sea utilizada en beneficio de la sociedad, buscando con ella siempre incrementar los niveles de bienestar de la comunidad.