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Cómo la PI ayuda a mantener el valor de mi negocio en el tiempo

Banner Editorial PI. Imagen contiene: foto de persona dibujando joyas.
Por: Luis Ángel Madrid Berroteran - Director de la Especialización de Derecho de la Propiedad Intelectual Universidad Sergio Arboleda

La empresa del siglo XXI se apoya en tres diferentes tipos de activos: los activos físicos, el capital de trabajo y los activos intangibles; estos últimos cumplen una labor esencial, cual es, servir de facilitadores para el cabal cumplimiento de los objetivos comerciales de la empresa. A su vez, los activos intangibles se dividen en propiedad intelectual (siendo las marcas la más usual de las categorías de la propiedad intelectual al servicio del empresario), capital humano (la calidad de la fuerza laboral), capital organizacional (liderazgo y calidad gerencial) y el capital informacional (diferenciación con otras empresas, el tipo de relacionamiento o networking)1. Este escrito, como se anuncia en el título, se ocupa de la manera en cómo la propiedad intelectual, que es uno de los ejemplos más importantes de los activos intelectuales, mantiene el valor de la empresa en el tiempo.

Lo primero que debe indicarse es que, de manera progresiva e indetenible, los activos intelectuales se han convertido en el valor más preciado de cualquier empresa, no solo nacional sino a nivel mundial. En 1975 los activos intelectuales representaban el 17% del valor de las empresas; en el 2018, ese valor había alcanzado, en promedio, el 84% del total de la valoración de las empresas más importantes del mundo, esto es, aquellas incluidas en S&P 5002. En estas se destaca el papel central que representan los activos intangibles en las empresas en los sectores líderes en la nueva economía como el software, el Internet, la tecnología y las telecomunicaciones.

Estos activos intelectuales a su vez se manifiestan en distintas categorías de derechos de propiedad intelectual como patentes, diseños industriales, derechos de autor, pero son las marcas el tipo de propiedad intelectual más cercano al empresario. Ello, en razón a que este derecho no solo comunica al consumidor el origen empresarial del producto o servicio de que se trate, sino que además identifica y distingue a estos de aquellos de la competencia. El elemento fundamental de la marca es la protección mediante el registro ante la oficina competente, en este caso, la Superintendencia de Industria y Comercio. El registro está sometido a dos condiciones generales: que la marca sea distintiva y que pueda ser representada gráficamente. El proceso de registro tiene una duración que puede extenderse a seis meses (la tasa de éxito del registro es superior al 80%, según cálculos propios) y, una vez concedida la marca, esta tiene una vigencia de diez años, prorrogables de manera indefinida, siempre y cuando se solicite la renovación en el tiempo señalado por ley y se pague la tasa administrativa de renovación.

Justamente, un incidente de frecuente ocurrencia es el olvido del titular de la marca en su renovación, no obstante que la propia SIC avisa al titular de pronta expiración de la marca. Sin duda alguna, el titular puede considerar que la marca no está siendo explotada y no tenga mayor interés en su renovación, pero si esta está siendo explotada, es de extrema importancia hacer la renovación, entre otras razones, porque muy seguramente el uso de la marca ha llevado a que esta adquiera un valor contable y mercantil que no puede desperdiciarse; pero, además, la falta de renovación implica la pérdida del derecho de exclusiva y el riesgo de que un tercero pueda usar esa marca sin consecuencia alguna e incluso, registrarla para sí, obligando posiblemente a su antiguo titular a cesar en ese uso.

En conclusión, los activos intelectuales y entre ellos las marcas, se han convertido en un recurso de enorme valor para las empresas, grandes, medianas y pequeñas y su buen uso y conservación se han convertido en un imperativo para la gestión del empresario exitoso.


1Karius, Tim (2016. P. 4-5): Intellectual property and intangible assets: Alternative valuation and financing approaches for the knowledge economy in Luxembourg, EIKVSchriftenreihe zum Wissens- und Wertemanagement, No. 3, European Institute for Knowledge & Value Management (EIKV), Rameldange.
2Visual Capitalist