Superintendencia de Industria y Comercio

Por: Andrea del Pilar Mancera Rojas - Periodista OSCAE - SIC

Ya sabemos que la marca es uno de los activos intangibles más importantes para una empresa, pues genera una identidad especial que diferencia al producto o servicio en un mercado tan competitivo como el de hoy en día. Pero cuando una marca es recordada por el consumidor se vuelve más valiosa ya que genera un posicionamiento clave a la hora de hacer negocios.

Los signos distintivos notoriamente conocidos, denominados también como marcas notorias, se quedan en la mente de las personas y son reconocidas por los consumidores de un sector pertinente, es así, como cuando nos dicen una palabra e inmediatamente la ligamos con un producto especial o un color o un sonido, ya podemos decir que esa marca es notoriamente reconocida.

Las marcas notorias son protegidas por la Superintendencia de Industria y Comercio y cuentan con una característica específica que las hace sobresalir de las demás, pues entre otros, el titular del signo distintivo notorio puede impedir el registro de una marca similar o idéntica. Es decir, que un signo que sea solicitado no puede generar riesgo de confusión o de asociación con el titular del signo, pues se generaría con ello un daño económico al titular y se aprovecharía un prestigio que ha sido consolidado por años.

La norma trae otras posibilidades de daño a la marca notoria:

1. Cuando su uso fuese susceptible de causar un riesgo de confusión o de asociación con ese tercero o con sus productos o servicios;
2. Un aprovechamiento injusto del prestigio del signo;
3. O la dilución de su fuerza distintiva o de su valor comercial o publicitario.

El hecho de que una marca sea considerada notoria tiene detrás varios años de esfuerzo de su titular, pues debe demostrar numerosos aspectos fundamentales a la hora de considerarla protegida bajo esta denominación.

Qué se tiene en cuenta para considerar una marca como notoria

*El nivel de reconocimiento: esto se puede evidenciar mediante encuestas realizadas a consumidores donde se consulta si el nombre específico lleva a su mente a algún producto o servicio en el mercado. También se puede acudir a los estudios de mercado y ranking de publicaciones especializadas, entre otros.

*Publicidad: los titulares presentan ante la Superintendencia de Industria y Comercio los documentos que constan sobre publicidad y presentaciones en ferias, exposiciones u otros eventos.

*Inversiones: los empresarios invierten dinero en sus marcas y esto es reconocido a la hora de declarar una marca como notoria, pues el valor de su promoción es de gran importancia.

*Ventas: la circulación en los mercados es de gran relevancia debido a que las cifras de ventas y de ingresos de la empresa titular son clave en la consecución de la notoriedad. Además, el valor contable es un activo empresarial.

*Distintividad: es la imagen que ha adquirido la marca a lo largo de un período de tiempo determinado. Esto también se refleja en el volumen de pedidos de personas interesadas en obtener una franquicia o licencia del signo en determinado territorio.

Pero, ¿quiénes se toman como referencia para determinar la notoriedad de un signo?

Es claro que una marca no es notoria por sí sola, sino por la interacción con varios sectores como los consumidores, quienes participan en canales de distribución y, círculos empresariales donde se desenvuelve.

Es importante tener en cuenta que la declaración de notoriedad se obtiene en ocasión de una oposición o una acción de cancelación por notoriedad, o una acción de nulidad.

No se otorgan notoriedades en períodos presentes, sino en años pasados ya que no se tiene certeza de que la marca siga en el mercado en un futuro.

Las marcas notorias se protegen en los países miembros de la Comunidad Andina cuando logran probar su estatus.